viernes, 3 de febrero de 2023

MARÍA, voz que Dios da al silencio de tantas

 


Desde tiempos remotos en la historia de la humanidad, ha sido segregada la mujer. El silencio atormentado de millones de mujeres sigue marcando nuestro hoy, sufrimiento que puede que parezca que ha quedado olvidado, pero no es así, aún, en la actualidad podemos palpar las heridas de un pasado continuo que sigue sangrando en este momento en distintas partes del mundo, allí donde se mantiene esa mudez que grita a través de miradas llenas de angustia y de dolor.

 

    Hace XXI siglos vino al mundo un hombre muy controversial para su época, esta persona es el Señor Jesucristo, Aquel que dijo “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados” (Cf. Mt 5, 6). Él reveló ese rostro entrañablemente misericordioso del Padre en su lucha porque reinase el amor, liberando a los oprimidos por los preceptos sociales, religiosos y económicos que los marginaban.

     Dentro de éstos marginados se encontraba la mujer, la actitud de Jesús frente a esta realidad fue la de acogerlas con suma benevolencia, la de romper las distintas estructuras que las deshumanizaban, la de dignificar todo su ser, haciéndolas partícipes de su misión, rodeándose de ellas, creando vínculos de amistad profunda. Fue una mujer la que anunció a los discípulos al Resucitado (Jn 20) y es en una mujer en quién se cumplió la promesa hecha a Abraham y a sus descendientes, ella es la Santísima Virgen María: “Ella misma sobre- sale entre los humildes y pobres del Señor, que de Él esperan con confianza la salvación. En fin, con ella, excelsa Hija de Sión, tras larga espera de la primera, se cumple la plenitud de los tiempos y se inaugura la nueva economía”1.

     No es un secreto que en el Pueblo de Israel la mujer no tenía el lugar que le correspondía como persona, a excepción de unas pocas que sobresalen en las Sagradas Escrituras por su participación en los proyectos de Dios y su docilidad ante ello. En el Antiguo Testamento la Alianza que Dios hace con Abraham, el padre de la fe, se traspasaba al hijo primogéni- to y después tenemos este gran cambio que se da en la plenitud de los tiempos al cumplirse en María, la Madre de Jesús.

     Este giro que se da en la historia del pueblo escogido de Dios sigue siendo actualidad para los cristianos de hoy y, María es esa voz que Dios da al silencio de tantas mujeres oprimidas desde sus precursoras hasta nuestra generación. Dios se complace en realzar la dignidad de la mujer en María, modelo de seguimiento. Él quiere que sea posible la fraternidad de todos sus hijos, “no se hace diferencia entre hombre y mujer” (Cf. 3, 28) y no cesa de comunicarse a la humanidad a través de los signos de los tiempos, del discernimiento espiritual, que no debe ser sólo a nivel personal sino siempre en miras del todo, ya que la experiencia del encuentro con el amor de Dios moviliza a la persona y lo lleva a hacer posible su sueño: la unidad de todos sus hijos. Es el Espíritu Santo quien capacita al creyente para poder ir respondiendo a esta exigencia evangélica. He aquí la importancia

    La mujer sigue siendo hoy excluida, silenciada y oprimida en las diferentes dimensiones de su ser, en distintas realidades y culturas. Ella es la columna de la familia, la que asume el rol de educar el corazón de las futuras generaciones, impregnando en ellas los valores del Evangelio. Aquí radica el interés de velar por sus derechos, de prestarles especial atención, luchar para que sean madres y esposas íntegras, es hacerlas conscientes de todas sus potencialidades, que no deben cansarse de luchar por sus sueños, que hay un Dios que las acompaña y quiere que entreguen lo mejor de su más pura esencia al mundo. Por otro lado están las madres espirituales: las laicas consagradas, religiosas de la vida contemplat

     En distintos momentos, el papa Francisco se ha pronunciado realzando el rol de la mujer dentro de la Iglesia. Existe una cierta subestimación de las mismas dentro del cuerpo místico de Cristo. Lastimosamente, es una realidad partidarios de estas corrientes que se han venido arrastrando desde hace siglos, porque entonces ¿cómo habrá verdaderos testigos de su amor si no se insiste en promover la inclusión? Por su parte, la Iglesia católica hoy propone retornar a la sinodalidad, esto en el fondo guarda una actitud de escucha, dando cabida a las diferentes sugerencias, propuestas y perspectivas, buscando el enriquecimiento con la acción del Espíritu Santo. Él hace posible la unidad en la diversidad, para así todos juntos llevar a cabo la misión encomendada desde el Bautismo a cada cristiano.

     En algún momento San Juan Pablo II dijo éstas palabras: “Por desgracia somos herede- ros de una historia de enormes condicionamientos que, en todos los tiempos y en cada lugar, han hecho difícil el camino de la mujer, despreciada en su dignidad, olvidada en sus prerrogativas, marginada frecuentemente e incluso reducida a esclavitud. Esto le ha impedido ser profundamente ella misma y ha empobrecido la humanidad entera de auténti- cas riquezas espirituales”2.



















   



¿Qué es COSEFORVEN?


Cuando el ser humano conoce realmente algo tiene la capacidad de dar razones sobre ello, de responder al “¿Qué es?” ese algo que dice conocer. En este sentido, es menester que nos preguntemos: “¿Qué es COSEFORVEN?”

    Para responder dicha pregunta podemos remitirnos al significado de las siglas que conforman el acróstico “COSEFORVEN”, el cual significa: “Comité de Seminaristas y Formandos Religiosos de Venezuela”. Sin embargo, puede quedarnos algo vaga la respuesta y, por ende, surgen otras preguntas: “¿Qué es dicho Comité?” “¿Cuál es su función?” “¿Hacia qué se orienta?”.

    De manera jocosa escuché una vez a alguien decir, con referencia a COSEFOR- VEN, que era un sindicato de seminaristas; sin embargo, tal comentario está muy lejos de la esencia y la finalidad del Comité. Si nos vamos por la línea negativa, podemos decir qué no es COSEFORVEN. Éste no es un sindicato de seminaristas, tampoco es una especie de club social al cual nos unimos con una membrecía, y mucho menos un pequeño parlamento que, desde su estructura interna, dictan orientaciones para nuestra formación. No, debemos tener claro que COSEFORVEN no es nada de eso.

    Por tanto, nos podemos preguntar “¿Qué es COSEFORVEN?” La respuesta es muy sencilla. Si nos remitimos a los estatutos del Comité, encontraremos una serie de artículos que nos van a centrar en su esencia y desvelar su verdad.

    Tales numerales los hallamos en el primercapítulo de los estatutos, el cual comprende las disposiciones fundamentales. En resumen, éstos rezan lo siguiente: COSEFORVEN es una institución de la Iglesia Católica, ceñida a su Magisterio, adscrita a la Conferencia Episcopal Venezolana y en comunión con la Santa Sede. Tiene como finalidad, primero, ayudar los seminaristas de nuestra nación en la preparación integral para la Nueva Evangelización y el fortalecimiento de lazos de fraternidad entre los futuros pastores de nuestra nación que se forman tanto en Venezuela como en el exterior; segundo, promover las vocaciones sacerdotales y religiosas; y tercero, organizar y suscitar encuentros entre los seminaristas y formandos religiosos venezolanos.

¿Quiénes conforman COSEFORVEN?

¿Aquellos que posean una membrecía especial? No, lo conforman los seminaristas y formandos religiosos de Venezuela, estén dentro o fuera del país. Ahora, algún seminarista de algún lugar de la mancha podría cuestionarse: “¿Cómo es eso que pertenezco a COSEFORVEN si no soy delegado ni asisto a sus asambleas?” o ¿si no estoy dentro del territorio nacional como sigo unido al comité? La respuesta a dichas interrogantes es la siguiente: primero, se puede ser miembro de COSEFORVEN, según subscriben sus estatutos, de cuatro maneras; a saber: como miembro fundador, asociado, delegado o asesor. Los miembros fundadores fueron aquellos que participaron en la creación del comité y subscribieron los estatutos del mismo; los miembros asociados, en cambio, somos todos los seminaristas y formandos religiosos de los seminarios mayores y de institutos de formación teológica para religiosos; por otro lado, los miembros delegados son aquellos seminaristas que son elegidos en sus casas formativas para representar a sus compañeros dentro de las asambleas de COSEFORVEN y, a su vez, fungir de enlace entre sus casas de formación y el comité de seminaristas; por último, los miembros asesores son todos aquellos sacerdotes que asigna OSVEN y la Conferencia Episcopal Venezolana, los cuales tienen voz y voto en las asambleas generales y sirven de guías de los futuros pastores del pueblo de Dios en todo lo relacionado con las

actividades de COSEFORVEN.

Por otro lado, también son miembros asociados del comité aquellos seminaristas a quienes sus obispos envíen a estudiar fuera del país. En este sentido, si alguno de ustedes su Ordinario lo envía a estudiar a Roma o España, por ejemplo, sigue siendo un miembro asociado a COSEFORVEN ¿Por qué? Porque no has dejado de ser un seminarista venezolano que pertenece a una diócesis venezolana.

En este respecto, los miembros asociados tienen el deber de cumplir con los objetivos del comité y con aquellas disposiciones que establezca la Asamblea General de COSE- FORVEN. Ahora bien, las disposiciones que establece el Comité de seminaristas siempre van dirigidas hacia nuestro bien, como ya se mencionó anteriormente, los objetivos de éste apuntan a fomentar la fraternidad entre los formandos venezolanos y a que tomemos mejores herramientas en el campo académico. Como bien se dijo antes, COSEFORVEN no dicta lineamientos sobre nuestra formación, sino que por medio de jornadas académicas aborda temas de interés para la Iglesia en miras a capacitarnos para una futura misión pastoral que, con el favor de Dios, ejercere- mos en nuestras iglesias particulares.


De este modo, el Comité de seminaristas y formandos religiosos llevan a cabo durante un periodo bienal, tiempo que dura la gestión de una directiva, dos actividades centrales. La primera es una jornada académica y la segunda es una misión con una gran representación de todos los seminaristas de nuestra nación. Las misiones de COSEFORVEN son siempre un tiempo de júbilo tanto para los seminaristas como para la iglesia particular que abre sus puertas. La misión permite que los seminaristas y formandos religiosos del país puedan encontrarse, conocerse y, como los setenta y dos discípulos del evangelio, salir, codo a codo, a llevar la Buena Nueva de la Resurrección.


En relación a todo lo antes dicho, COSE- FORVEN es una gracia para los que nos estamos formando para servir al pueblo venezolano, porque nos permite descubrir la diversidad de la elección divina; conocer los rostros de otros hermanos que como nosotros se sienten llamados a dar la vida por una causa que es mucho más grande que ellos mismos y que, a su vez, han experimentado que en la respuesta a esa misión es el mismo Cristo quien los sostiene.


En conclusión, si me preguntan ¿qué es COSEFORVEN? Yo les responderé que es un espacio propicio para que los seminaristas y formandos religiosos venezolanos podamos tender lazos de unión que, desde la virtud y el amor a Cristo que nos ha elegido, podamos caminar juntos en la edificación de esa civilización del amor a la que nos llama nuestra Iglesia venezolana. Hermanos, no se cierren a la experiencia de conocer qué es COSEFORVEN.

¿CÓMO ES LA VIDA EN EL SEMINARIO?

 

Seminario, lugar donde se forman los pastores de nuestra sociedad





    Nuestra casa de formación cumple este 29 de marzo (1785-2022), como Colegio Seminario de San Buenaventura de Mérida, 237 años desde sus inicios, cuyo fundador fue Fray Juan Ramos de Lora, misionero franciscano y primer Obispo de Mérida. Posteriormente, el 21 de septiembre de 1810 ese Colegio Seminario pasó a ser la Real Universidad de San Buenaventura de Mérida de los Caballeros.

 

    Los primeros estudiantes del Real Colegio Seminario de San Buenaventura aprendían latín y Sagradas Escrituras. El 20 de marzo de 1789 el Rey de España, Carlos IV, le concedió el título de Real Colegio Seminario. A partir de entonces se conformaron las tres primeras carreras de estudios superiores: Filosofía, Sagrada Teología y Cánones. Asimismo, la primera promoción del Real Colegio Seminario de San Buenaventura egresó el 4 de diciembre de 1808, conformada por apenas tres estudiantes en el cual, dos se convirtieron en Doctores en Sagrada Teología y el otro recibió el título de Doctor en Cánones.

     Vale destacar que, en esta casa de estudios sacerdotales, no sólo se enseña a orar, sino que forman a los futuros Sacerdotes para el servicio del pueblo que los espera con diversas necesidades en cada parroquia devota a Jesucristo. Para nuestro Padre y Pastor S.E.R Baltazar Enrique Cardenal Porras Cardozo “el Seminario es un semillero de vocaciones a la vida del sacerdocio, pues aquí se preparan a los futuros sacerdotes de Mérida y Venezuela, ya que varias diócesis envían seminaristas a formarse”.

     Hasta el presente, en esta institución los jóvenes son formados dentro de una amplia cuna de conocimientos, tales como: académi- ca, pastoral, espiritual y comunitaria; donde se les enseña a los futuros presbíteros el amor a Dios, a la familia, a la comunidad y sobre todo a los hermanos, donde también existe una unción de alegría en el evangelio, que debe hacerse llegar a todos los fieles en general abriendo nuestro espíritu a Jesucristo Buen Pastor.    Seminario conjuga la diversidad: lo eclesiástico, lo académico, lo humano, es decir, lo integral. Todo esto lo desarrollamos a lo largo del día para conformar a hombres plurales y bien constituidos.

     Nuestro día comienza las 5:45 am con el toque de la campana, a las 6:15 am debemos estar en la capilla principal para el rezo de las Laudes, seguido de ello participamos del Santo Sacrifico de la Eucaristía donde servimos en la liturgia. A continuación, nos dirigimos hacia el comedor donde compartimos el desayuno, se bendice los alimentos y luego vamos a nuestra formación académica a lo largo de toda la mañana.

     La formación se divide en dos áreas: la ETAPA DISCIPULAR que consta de tres años I, II y III de FILOSOFÍA; y la ETAPA CONFIGURATIVA que la conforman I, II, III y IV de TEOLOGÍA; todo esto antecedido por un año introductorio y se cuenta además con 4to y 5to año de bachillerato el cual se le denomina Seminario Menor. Esta estructura tiene el fin de educarnos y formarnos como futuros sacerdotes, bajo el ejemplo de Jesús Buen Pastor, siendo dirigidos por un equipo formador, constituido de un rector, un vicerrector académico, un vicerrector administrativo, un director espiritual general y demás formadores; todos ellos presbíteros.

    Pero hay más, además de la oración y el estudio se encuentra la convivencia fraterna, el trabajo manual, el cuidado de la casa, la preparación de la mesa, el cuidado del jardín, entre otras, y todo bajo la dirección de los padres formadores con la ayuda de los seminaristas. Se suma, además, la parte lúdica, el entretenimiento, el deporte y las actividades culturales. Al terminar la jornada se finaliza con el rezo del Santo Rosario y las Completas, para luego al concluir acudir al descanso que le denominamos el gran silencio. Los lunes se realiza la Lectio Divina, el miércoles se tiene la junta de la Legión de María, los jueves tiene un toque especial por ser el día sacerdotal en el que se realiza una hora santa. Existen también espacios propios para pastoral y espiritual. Debemos comprender lo que Dios pide, anhelarlo en el corazón y responder a la llamada del Señor.meditar, lecturas espirituales, dirección espiritual, sacramento de la reconciliación, diálogos académicos, entre otras actividades de provecho.

     Asimismo, tenemos las misiones que se llevan a cabo en los días preparativos a la Navidad, la Semana Santa y en tiempos de vacaciones. Sumado a esto, se acude los fines de semana a una parroquia, la cual se asigna durante todo el año académico. En estos espacios se realizan actividades con público joven, grupos apostolados, actividades generales para adultos, encuentros con niños, monaguillos, coros, en fin, todo lo que una parroquia contiene. Se lleva a cabo el Santo Rosario, horas santas, Celebración de la Palabra, visita a hogares, catequesis y muchas experiencias que contribuyen a la formación sacerdotal.

     El Seminario cuenta con la ayuda de benefactores que contribuyen al sostenimiento de nuestra casa formativa; los campos son clave en este particular. Son muchas las personas que aportan un grano de arena para que nuestra formación sea de calidad: los profesores, campesinos, empresarios, médicos, feligreses en general. Es por ello que el candidato requiere una dedicación completa en las 4 dimensiones: humana, académica, 

Octogésimo quinto (85) aniversario de “El Sembrador”, memoria escrita del Seminario San Buenaventura de Mérida

 


            La casa de formación sacerdotal Seminario  San Buenaventura de Mérida, se llena de alegría al arribar a los 85 años de fundación de la revista “El Sembrador” como órgano divulgativo de la experiencia religiosa cristiana, desde la perspectiva formativa. Es importante destacar que esta producción escrita, ha significado una gran labor en todos los ámbitos: científica, espiritual, filosófica, humana, pastoral y comunicativa en la misión de catequizar, informar y actualizar al Pueblo de Dios1, en temas reales y concretos; es decir, a la luz de los signos de los tiempos. Por otra parte, se han dado a conocer, temas teológicos, papales, episcopales, de sacerdotes, seminaristas, y, al mismo tiempo, se han brindado subsidios y calendarios litúrgicos.

         En esta perspectiva, es de reconocer el esfuerzo de los equipos formadores, de todos estos años que han trascurrido hasta ahora, pues en ellos se denota la planificación y el deseo de comunicar continuamente la voz del Buen Pastor2. Ciertamente, celebrar 85 años de actividad permanente, es una ganancia y un signo de bendición para toda la Iglesia merideña, y para las diócesis circunvecinas; pero también es cierto, que esta loable labor, ha atravesado por momentos difíciles e inesperados, como es el caso de la situación sanitaria que ha volcado al mundo entero, la pandemia del Covid 19, que ha puesto al descubierto una vez más, la fragilidad humana y en consecuencia, la necesidad de la supervivencia, en todos los estratos sociales, sin discriminación de raza, credo y nación. Sin embargo, pese a esta situación, la revista sigue manteniéndose en el tiempo y espacio; aunque en algunos años sólo de forma digital; destacándose por representar la memoria escrita de estos 85 años de subsistencia de la obra de Dios, en la Arquidiócesis de Mérida, representada en el Seminario San Buenaventura de Mérida, para toda la comunidad (intra-extra-eclesial), con sus artículos, informativos, formativos, espirituales, filosóficos y humanos que atañen a la realidad compleja que es el hombre, según sus tiempos y circunstancias.

      De esta forma, es oportuno valorar y tomar en cuenta la mirada integral que ha enmarcado esta labor sobrenatural, que es guiada por Dios, pero también continuada por el hombre en virtud de la gracia bautismal, desde el llamamiento especial del sacerdocio ministerial, el cual, compendia un largo camino formativo que no termina, al igual que el discipulado. Es por eso, que desde esta revista se busca y quiere un volver a la Fuente, Cristo Jesús, nuestro Salvador, desde las realidades concretas de todos los tiempos, en el que Dios llama a quienes Él quiere3, a lo que Él quiere, y en el tiempo que Él quiere; a ser sus discípulos; a ser sus testigos; pese a las dificultades; a caminar con los pies en la tierra, pero con la mirada puesta en el cielo; es decir, con la confianza y esperanza de que Dios, irrumpe en nuestra historia. A todas estas, a partir del

        Contreras, también colaboraba en la preparación de esta revista según sus palabras5; así mismo, para este momento, este medio ya se ocupaba de mostrar, noticias del Seminario, visitas de sacerdotes, como es el caso, de los presbíteros de Trujillo, llegados por la polvorienta trasandina, para arribar a la casa de formación sacerdotal, ubicada en la calle Zerpa durante aquella época. Sin duda, la iniciativa que en principio se llamó periodiquito, fue fundado por el Padre Domingo Cardo- na, sacerdote Eudista, con fines vocacionales y también económicos; es por ello, que se ha querido resaltar en este artículo, el sentido de memoria que ha dejado la revista “El Sembrador” como la evocación escrita durante 85 años de historia que ya han transcurrido, dejando huellas imborrables en la el ámbito informativo, histórico, eclesial, espiritual, científico, filosófico y humano en la sociedad emeritense y su repercusión nacional. 

1. Entre los maravillosos inventos de la técnica que, principalmente en nuestros días […] la Madre Iglesia  acoge y fomenta aquellos que miran principalmente al espíritu humano y han abierto nuevos caminos para comunicar con extraordinaria facilidad noticias, ideas y doctrinas […] la prensa, el cine, la radio, la televisión y otros. IM, Documentos del Concilio Vaticano II, “Inter Mirifica”, San Pablo, Caracas, 2015, #1.

2. Cf. Jn 10,10-11.

3. Cf. Mc 3,13-15.

4.  Cf. Mons. Eduardo Contreras, EL SEMBRADOR, “70 Años llevando Semillas de Fe”, Año 69, Edición 199, p. 11.

5.  Cf. Mons. Eduardo Contreras, EL SEMBRADOR, p. 11.